Fortalecimiento de la autonomía en la infancia.

El movimiento libre es una mirada de respeto y confianza frente a los niños y niñas. Fomenta la capacidad de seguir la propia guía, escucharse a sí mismo, conocer plenamente hasta dónde se puede llegar, identificar las posibilidades y las limitaciones.

Fue desarrollado por la pediatra húngara Emmi Pikler; quien pudo demostrar claramente que los niños son seres capaces, inteligentes, potentes, llenos de ideas y de voluntad.

Que no es necesaria una actitud intervencionista frente a ellos; pues de esa forma les negamos la posibilidad de escucharse, conocerse a sí mismos y desplegar todo su potencial y autonomía. Cuestiones básicas para el desarrollo integral de cualquier ser humano.

En 1946, después de la segunda guerra mundial; tuvo a su cargo la dirección de la Casa Cuna de Budapest (reconocido a nivel mundial como el Instituto Loczy); donde se acogía a niños huérfanos y a otros que por diversas circunstancias no podían estar al cuidado de sus padres.

Fue allí donde pudo llevar a cabo una observación exhaustiva, que dio como resultado su investigación acerca del desarrollo de la motricidad global del bebé; además de dar pautas magistrales frente al acompañamiento en la cotidianidad de los cuidados de los más pequeños.

Dicha investigación está al alcance de los lectores en su principal obra “Moverse en libertad, desarrollo de la motricidad global”; un libro recomendado ampliamente para todas las personas que tienen interés en la infancia. Seguramente encontrarán allí respuestas contundentes a cuestionamientos que pocos autores abordan con tal rigurosidad y profundidad.

    Que no es necesaria una actitud intervencionista frente a ellos; pues de esa forma les negamos la posibilidad de escucharse, conocerse a sí mismos y desplegar todo su potencial

    Una de sus intenciones al dirigir la Casa Cuna, era que allí no sucedería lo que comúnmente pasaba en los orfanatos de la época, el fenómeno de hospitalismo; en el cual los niños entran en una depresión profunda -e incluso llegan hasta la muerte; al estar desprovistos de la presencia, los cuidados y la afectividad de sus familias.

    Fue así como ideó su modelo de acompañamiento, basado en 2 momentos fundamentales:

    1. Una relación de seguridad y confianza con los adultos que acompañan la cotidianidad del niño, dicha relación le permitirá sentirse valorado e importante dentro del mundo. Se hace especial énfasis en los cuidados cotidianos que se realizan con los niños; el baño, la alimentación, la hora del sueño. Son momentos cruciales y de suma relevancia en esta forma de acompañamiento. Siempre es el bebé o el niño pequeño el protagonista de todo lo que le acontece. Ninguna acción se lleva a cabo sobre él; si no más bien, con él. Teniendo en cuenta sus posibilidades, sus necesidades y sus deseos.
    2. La no intervención en el desarrollo de la motricidad del bebé, facilitándole las condiciones necesarias para que pueda llevar a cabo todo lo que fisiológicamente está programado para hacer.

    Algunas pautas para practicar el movimiento libre dentro del hogar:

     

    • El bebé nunca se coloca en una posición a la que no haya llegado por sus propios medios. Durante los primeros meses; cuando el bebé no esté siendo cargado o porteado, siempre estará en posición boca arriba sobre una superficie cómoda y firme.
    • Dar medidas anticipatorias frente a todas las acciones que se realizarán con el bebé: “Voy a levantarte de la cama para ir a dar un paseo”, “te voy a cambiar el pañal y luego vamos a tomar una siesta”, etc.
    • Acondicionar el espacio físico y tener materiales aptos para la actividad autónoma del bebé, según su edad.
    • Ropa cómoda y que facilite el movimiento.
    • Pies descalzos, son una fuente invaluable de conexión con el mundo, permiten recibir información del entorno. Además de facilitar el apoyo, el agarre a las superficies y el posterior equilibrio.
    • Presencia constante y permanente por parte del adulto, quien estará atento a todas las necesidades del bebé.

    “Intentar enseñar a un niño algo que puede aprender por sí mismo, no es tan solo inútil sino también perjudicial”

    Emmi Pikler